Noah como buena valiente y curiosa que es, no quería irse de la playa sin darse su primer baño del año. Las ganas se le quitaron cuando al meterse vio que el agua estaba fría y ella empapada, no tardó ni dos segundos en salir corriendo a revolcarse en la arena para secarse.
Cansada de playa y con un tono más moreno de piel, llegó a casa y se metió en su cama a roncar lo más alto posible para no dejar dormir a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario